jueves, 23 de mayo de 2019

ancestralismo bantu primigenio

ANCESTRALISMO BANTUES PRIMIGENIOS
Los Afrochocoanos se inspiraron en el perro para elaborar 
una parte de lo que podemos llamar su filosofía popular. 
La misma viene siendo guardada, y transmitida, de generación en generación. 
Nadie sabe cuándo, ni cómo, ni quiénes fueron los creadores de tales máximas, 
pero todos se cuidan de faltar a ellas por miedo a que les vaya mal. 
A continuación presentaremos algunas de ellas, las cuales tienen un carácter peyorativo, 
y otras surgidas en el contexto regional en la relación de la persona negra con el perro.


Perro mundo, comida de perros, vida de perros, hijo de perra, solo como un perro, 
morir como un perro, día de perro. Cualquiera de las anteriores exclamaciones denota una existencia 
triste de este animal, una vida miserable. Ellas, al parecer, surgen en la Europa post-invasiones bárbaras 
cuando hubo una superpoblación de estos animales abandonados, hambrientos, vagabundos y peligrosos. 
Esta imagen no corresponde a las actuales circunstancias en que vive el animal.

El que quiere al amo, quiere al perro. Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que este refrán surgió en el contexto 
de la esclavización. Quizá inspirado en la observación que casi todos los amos, sino todos, tenían perros de compañía por quienes 
demostraban mucho afecto. Una forma de querer al amo era quererle al perro, quien le profiriera un maltrato al perro estaba dando signos 
de no querer al amo, porque de seguro este experimentaba algún dolor por la pérdida o sufrimiento del animal. En la actualidad 
este refrán se utiliza especialmente cuando un hombre o mujer tiene hijos y es pretendido (a) para establecer relaciones amorosas, 
quien quiera al hombre o mujer tiene que quererle los hijos sin importarle que sean de otro u otra.

Perro viejo ladra sentado. En las comunidades Afrocolombianas se considera a los ancianos como depositarios del saber, 
ellos nos dan la sabiduría que a su vez han recibido. Por ser sabios conocen los resultados de las acciones, 
no tienen que indagar tanto para saber o conocer, ya no tienen prisa. En cambio los jóvenes andan muy rápido, 
sin obedecer algunos preceptos, por eso tienen tantos tropiezos.


Los adultos se equiparan a los perros viejos, por lo tanto no tienen necesidad de muchos esfuerzos para expresar lo que tengan que decir, 
ni para conocer el final de las cosas porque de antemano ya lo saben.

Perro que no se conoce no se le toca el rabo. Esta puede ser la máxima de la prudencia, del respeto por lo desconocido. 
Sólo se recomienda jugar con quien se conoce, con quien se tiene confianza, para evitar disgustos, enojos o malas sorpresas. 
Si no existe relación de afectividad con el perro no le toque su rabo, porque lo puede morder. Si no tiene confianza con una persona 
no se exceda en irrespeto, pues, no se sabe cómo pueda reaccionar.

Perro que ladra no muerde. Este dicho popular se refiere a pronosticar sobre aquellas personas que hablan demasiado y no actúan. 
Esto se aprecia especialmente cuando dos personas, supuestamente con intensiones de agarrarse, empiezan a dirigirse improperios, insultos, amenazas, 
sin que ello desencadene en un enfrentamiento violento. Es una forma de decir las cosas para que no sucedan, liberando la intención se evitan hechos sangrientos.

Animal que no se come no se cría. Aunque directamente no hace alusión al perro tenemos suficientes elementos para considerar que a él también va dirigido este dicho popular. 
El refrán evidencia cierta racionalidad económica, no hay que invertir ningún esfuerzo en cosas improductivas, en lo que no hemos de obtener provecho. Dos son los animales próximos 
a los Afrochocoanos los cuales no son para consumo humano: el perro y el gato.


De otro lado, y tal vez obedeciendo al refrán, la presencia del perro en las familias negras ha sido bastante escasa. Este tipo de mascota, solo en los últimos tiempos, 
ha empezado a proliferar en algunas familias, las cuales evidencian una relativa solvencia económica para dedicar parte de su presupuesto al cuidado de estos finos animales.

Perro hortelano, ni raja la leña ni presta el hacha. Constituye un gran insulto, es ser considerado egoísta y perezoso. En el contexto de la esclavización el perro hortelano 
pudo ser un guardián de la casa, la huerta o las cuadrillas de esclavizados, cuyo único oficio era la vigilancia, no servía para nada más. Por esto pudo ser visto como holgazán, perezoso.

Las personas como el perro hortelano son unos buenos para nada, no prestan ningún servicio, no trabajan ni permiten que otros lo hagan. Por eso no rajan la leña, 
la cual ha de servir como combustible en la preparación de los alimentos, y tampoco prestan el hacha para que otros lo hagan.

Por la plata baila el perro. Este animal demuestra alegría sólo por las cosas que le agradan. Así mismo si quieres ver a alguien contento, haciendo tus deseos, 
proporciónale cosas que le gusten.

Lo llevan como perro para el Chocó. Desde tiempos inmemoriales traen perros del departamento de Antioquia para ser vendidos en el Chocó. Ellos vienen amarrados, 
contra su voluntad, por la fuerza. Cuando a alguien lo tratan mal, a las patadas, se está haciendo referencia a la similitud como traen a los perros a este Departamento. 


Bajo esta lógica de proverbios el Afro encierra toda una sabiduría que influye mucho su forma de ser. Siendo éste un rasgo potente, se le amplia al ser humano su capacidad 
hermenéutica colocándolo en una mejor posibilidad de vivir en armonía consigo mismo, con los demás y con el cosmos. El caso perro es apenas un ejemplo de tantos otros acontecimientos 
que le llevaría al sujeto a proceder desde una cosmovisión basada en su mundo real.


orula 
Se dice que los 16 mayores sacerdotes de Ifá (conjunto del sistema teológico y adivinatorio de la creencia Yoruba de Nigeria) fueron a la ciudad sagrada de Ifé (es una ciudad yoruba 
en el suroeste de Nigeria) para pedir larga vida, y le preguntaron a Orunmila (Orisha de la sabiduría y la adivinación) ¿viviremos larga vida como declaró Olorun? Y este les contestó 
que si querían vivir una vida larga deberían cumplir con los siguientes consejos:

-No diga lo que no sabe-

-No haga ritos que no conoce-

-No llevar personas por vías falsas-

-No engañar a nadie-

-No pretender ser sabio cuando no lo eres-

-Sé humilde-

-No ser falso-

-No romper tabú-

-Mantener los instrumentos sagrados limpios-

-Mantener el templo limpio-

-Respetar a los más débiles-

-Respetar las leyes morales-

-No traicionar a un amigo-

-Respetar a los mayores-No revelar secretos-

la palabra:
El pueblo Afro, se caracteriza por su profundo amor por la palabra. 
Palabra que no sólo es empleada para narrar cuentos, sino también para poner 
delante sentencias de sabiduría, oraciones y rezos. Las ceremonias a muertos, 
nacimientos y muchas otras son espacios en donde la oralidad aflora, la memoria, 
y el carácter de los viejos dejan ver a las generaciones jóvenes, que el pueblo Afro 
se resiste a dejar que la letra, ocupe el lugar de la memoria.

En la cosmovisión Afro, con la palabra, se bendice, o se maldice, y es para siempre. 
Cuando alguien siente que ha de unirse a sus ancestros, se escoge muy bien las palabras 
con las que ha de bendecirse a la familia, o incluso es la palabra final el testamento que la persona hace.

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